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Discover Jesus \ Events \Jesús crea el Cuerpo Femenino
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En el año 29 de la era cristiana, Jesús facultó a un grupo de mujeres para enseñar el Evangelio y atender a los enfermos, lo que marcó un momento crucial en la historia de la religión. Este paso progresista fue bien recibido, pero se desvaneció en las generaciones cristianas posteriores.
En el año 29 de nuestra era, Jesús hizo un anuncio innovador que asombró tanto a sus discípulos como a la comunidad que le rodeaba. Declaró que elegiría a diez mujeres devotas para dedicarlas a la labor ministerial del reino. Estas mujeres habían escuchado las enseñanzas impartidas a los jóvenes evangelistas, pero nunca imaginaron que Jesús les encargaría enseñar el Evangelio y cuidar de los enfermos.
Esta proclamación de Jesús fue nada menos que una proclamación de emancipación, liberando a las mujeres de la inferioridad espiritual para siempre. Los hombres ya no debían considerar a las mujeres como seres inferiores en el ámbito de la religión y la espiritualidad. Aunque Jesús ya había declarado la igualdad de todos como hijos de Dios, este nombramiento formal de las mujeres como maestras religiosas y permitirles viajar con el grupo fue un paso radical.
Este acontecimiento tuvo un profundo impacto en la nación, y tanto los partidarios como los enemigos de Jesús se percataron de ello. Las mujeres siguieron dedicadas a su misión, ganándose la aprobación de muchos, incluidos los apóstoles, que al principio abrazaron esta liberación del papel de la mujer. El cuerpo de mujeres se hizo más fuerte y amplió su ministerio, formando a otras cincuenta mujeres en visitas domiciliarias y cuidado de enfermos y afligidos.
En la Iglesia cristiana primitiva, las mujeres eran aceptadas como maestras y ministras, pero esto se desvaneció en generaciones posteriores.
Jesús hizo muchas cosas asombrosas, pero uno de los actos más asombrosos realizados por el Maestro durante su tiempo en la tierra fue su inesperado anuncio en la noche del 16 de enero de 29 EC. Declaró que al día siguiente, diez mujeres serían elegidas para ser dedicadas al trabajo ministerial del reino. En consecuencia, Jesús pidió David Zebedeo que enviara mensajeros a Betsaida para llamar a diez mujeres devotas que anteriormente habían servido en la administración del campamento que rodeaba Creación del primer hospital del Reino del reino.
Aunque estas mujeres habían escuchado las enseñanzas impartidas a los jóvenes evangelistas, nunca soñaron que Jesús les encargaría la enseñanza del Evangelio y el cuidado de los enfermos. Las diez mujeres que posteriormente fueron elegidas y nombradas por Jesús fueron: Susana, hija del antiguo chazán de la sinagoga de Nazaret; Juana, esposa de Chuza, (mayordomo de Herodes Antipas); Isabel, hija de un judío rico de Tiberíades y Séforis; Marta, hermana mayor de Andrés y Simón Pedro; Raquel, cuñada de Judas, hermano de Jesús; Nasanta, hija de Elman, médico sirio; Milcha, prima del apóstol Thomas Didymus; Ruth, hija mayor de Mateo Leví; Celta, hija de un centurión romano; y Agaman, viuda de Damasco. Más tarde, Jesús añadió dos mujeres más a este grupo: María Magdalena y Rebeca, hija de José de Arimatea.
Cuando Jesús designó a estas diez mujeres iniciales con el propósito de enseñar el evangelio y ministrar, hizo una proclamación de emancipación que ¿Cómo trataba Jesús a las mujeres?. A partir de ese momento, los hombres dejaron de considerar a las mujeres espiritualmente inferiores. Este anuncio supuso una profunda conmoción, incluso para los doce apóstoles. A pesar de haber oído al Maestro declarar en numerosas ocasiones que "en el reino de los cielos no hay distinción de riqueza o pobreza, de libertad o servidumbre, de hombre o mujer, porque todos son igualmente hijos de Dios", se quedaron totalmente asombrados cuando sugirió encargar formalmente a estas diez mujeres como maestras religiosas e incluso permitirles viajar con el grupo.
Jesús autorizó a estas mujeres a establecer su propia organización y encargó a Judas, como tesorero de los apóstoles, que les proporcionara fondos y animales de carga para su misión. Susana fue elegida líder y Juana, tesorera. A partir de entonces, se financiaron a sí mismas y nunca más dependieron del grupo apostólico para el apoyo financiero.
Este acontecimiento conmovió a toda la nación, y los enemigos de Jesús lo aprovecharon para sus propios fines. Sin embargo, las mujeres que creyeron en la buena nueva siguieron apoyando firmemente a sus hermanas elegidas y expresaron su aprobación inquebrantable a este reconocimiento, largamente esperado, del papel de la mujer en el trabajo religioso. Los propios apóstoles abrazaron inicialmente esta liberación de las mujeres y les concedieron el reconocimiento que les correspondía tras la marcha de Jesús.
El cuerpo de mujeres fue eficaz en su ministerio y, con el tiempo, amplió sus esfuerzos formando a otras cincuenta mujeres en las visitas domiciliarias y la atención a enfermos y afligidos. Perpetua, la esposa de Simón Pedro, se convirtió en miembro de este grupo y dirigió el trabajo ampliado de las mujeres bajo Abner. Otros miembros notables fueron las esposas de Felipe y Mateo, así como la madre de Santiago Zebedeo y Juan Zebedeo. Perpetua permaneció junto a Pedro, acompañándole en sus viajes misioneros, y tuvo un trágico destino cuando fue entregada a las fieras en la arena el día de la crucifixión de Pedro en Roma (Italia).
En los primeros tiempos de la Religión - Cristianismo cristiana, las mujeres que ejercían de maestras y ministras eran conocidas como diaconisas y gozaban de una amplia aceptación. Sin embargo, a pesar de la aceptación teórica de Pablo del legítimo lugar de las mujeres como evangelizadoras, no fue capaz de incorporarlas plenamente a su propia actitud y le resultó difícil ponerlas en práctica personalmente. Del mismo modo, la aceptación inicial del cuerpo femenino por parte Once apóstoles (menos Judas Iscariote) acabó por desvanecerse y, en generaciones posteriores, retrocedieron a sus antiguas costumbres.
Miembro del cuerpo de mujeres y evangelista.
Miembro del cuerpo femenino.
Miembro del cuerpo de mujeres.
Jesús trató a las mujeres con amor, justicia y respeto.
Sede apostólica y centro de muchos acontecimientos.
MaryJo Garascia, Mike Robinson, Gary Tonge