Isabel Madre de Juan el Bautista

A finales de junio del año 8 a.C., Gabriel se apareció a Isabel para anunciarle que pronto daría a luz a un hijo y que le pondrían el nombre de Juan. Gabriel también dijo que Juan proclamaría la llegada de un gran maestro, un liberador de espíritus, y que su prima María sería su madre.

El anuncio de Gabriel asustó a Isabel y no se lo dijo a nadie durante cinco meses. Finalmente, se lo contó a su marido Zacarías, pero él se mostró escéptico hasta que no hubo duda de que estaba embarazada. Entonces Zacarías tuvo un sueño que le convenció de que Isabel sería la madre de una persona importante, que prepararía el camino para el Mesías.

Cuando Gabriel hizo su El anuncio de Gabriel a María, dijo que Isabel también tendría un "hijo del destino" Antes de que nacieran sus bebés, María fue a visitar a Isabel y se quedó tres semanas. Hablaron de los anuncios de Gabriel y estaban convencidas de que sus hijos llegarían a ser grandes líderes espirituales.

Juan nació el 25 de marzo del año 7 a.C. en la ciudad de Judá. Según la tradición, "al octavo día" fue circuncidado y bautizado con el nombre de "Juan" Isabel envió a su sobrino a María para anunciarle el nacimiento de Juan.

Isabel y Zacarías se enteraron de que Herodes el Grande, rey de Judea, estaba alarmado por los rumores de que había nacido un rey judío. Sintiendo una amenaza para su poder, Herodes quería destruir al niño, pero no sabía cuál. Cuando, tras un año de búsqueda, sus agentes no pudieron localizar al niño, Herodes ordenó que mataran a todos los niños varones de Belén de Judea. Isabel y Zacarías lo sabían y evitaron Belén. Llevaron a Jesús a Egipto, donde María, José y su hijo se alojaron con unos parientes. En octubre del año 6 a.C., dieciséis niños que vivían en Belén fueron asesinados. Ni Juan ni Jesús corrieron peligro gracias a los contactos y sabios movimientos de sus padres.

Isabel y Zacarías enseñaron a su hijo que llegaría a ser un gran líder y maestro. Cuando tenía seis años, sus padres lo llevaron a Nazaret, donde conoció por primera vez al joven Jesús. Después, Juan fue educado en casa y en la escuela de la sinagoga de la Ciudad de Judá. A los catorce años, Isabel y Zacarías llevaron a Juan a Engedi para que se uniera a la Juan se hace nazareo.

Después de la muerte de Zacarías en el año 12, Isabel y Juan fueron a visitar a María y a Jesús. Juan pensó que estaba listo para comenzar su ministerio, pero cuando vio cómo Jesús cuidaba de su familia, decidió no comenzar hasta que Isabel muriera. Antes de morir, ella y Juan se trasladaron a Hebrón.

Isabel murió cuando Juan tenía veintiocho años. Sus amigos, sabiendo que a los nazareos no se les permitía el contacto con los muertos, organizaron su entierro.

El tercer libro del Nuevo Testamento de la Biblia, Lucas capítulo 1, contiene las únicas referencias a Isabel. En él se afirma que Gabriel se apareció para anunciar que Isabel pronto tendría un hijo, un niño de la promesa que se llamaría Juan, y que estaba destinado a preparar el camino para un gran maestro. Lucas dice que Gabriel no se apareció ante Isabel, sino ante Zacarías, su marido.

Según Lucas 1:5, Isabel era "hija de Aarón", título de sacerdotisa en la fe judía. En Lucas 1:42, se cita a Isabel, en un encuentro con su prima María, la madre de Jesús, pronunciando una frase muy repetida en la tradición católica: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".

El nombre de Isabel aparece once veces en el Evangelio de Lucas, y en ningún otro lugar, salvo una vez en el Antiguo Testamento, en el que la esposa de Aarón también tiene ese nombre. Presumiblemente, al tener el título de "hija de Aarón", Isabel recibió el nombre de la esposa de Aarón. El nombre Isabel tiene su origen en la Biblia y significa "Mi Dios es abundancia" y "Dios es mi juramento".

Aunque no se la menciona por su nombre, Isabel, la esposa de Zacarías, es considerada una mujer devota y piadosa, pariente de María, la madre de Jesús. Su historia en el Corán es similar a la versión bíblica. En el Corán, Zacarías reza pidiendo un hijo, Dios le concede su deseo y Yahya (Juan) nace, crece hasta la edad adulta y se convierte en profeta.

En el capítulo 21, versículos 89-90 del Corán, Dios responde a la plegaria de Zacarías: "Y recuerda, cuando Zacarías clamó a su Señor: '¡Señor mío! No me dejes sin hijos...". Así que respondimos a su plegaria, le concedimos a Juan e hicimos fértil a su esposa..."

Isabel es venerada como santa en la Iglesia Católica Romana y recordada el 5 de noviembre. Y en las tradiciones ortodoxa y anglicana, el 5 de septiembre, el mismo día que su esposo Zacarías. Se la conmemora como matriarca en el Calendario de los Santos (también el 5 de septiembre) de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri (EE.UU.). También se conmemora el 30 de marzo en la Iglesia Ortodoxa Oriental.