Hebrón 

Hebrón es una ciudad palestina del sur de Cisjordania, diecinueve millas al sur de Jerusalén. Su población actual se estima en 782.000 habitantes. Cuenta con la Cueva de los Patriarcas, también llamada Cueva de Macpela, que las tradiciones judía, islámica y cristiana consideran sagrada por ser el lugar de enterramiento de Abraham, su hijo Isaac y el hijo de Isaac, Jacob, junto con sus esposas principales, Sara, Rebeca y Lea. Ha sido un importante centro de culto religioso durante más de dos milenios.

Hebrón es una de las ciudades ocupadas más antiguas del mundo. Es un animado centro del comercio de Cisjordania, que genera aproximadamente un tercio del producto interior bruto de la zona, debido en gran parte a la venta de piedra caliza de las canteras. Es famosa por la producción de uvas, higos, cerámica y vidrio soplado. El casco antiguo de Hebrón se caracteriza por sus calles estrechas y sinuosas, sus casas de piedra con tejados planos y sus bazares.

El Libro de los Números señala que la ciudad se fundó siete años antes que la ciudad egipcia de Zoán, es decir, hacia 1720 a.C. El Libro de Josué dice que Hebrón se llamaba antes Kirjath Arba (Arba era el hombre más importante de los anakim). En el Génesis, consta que Abraham compró la Cueva de Macpela a Efrón el hitita por 400 siclos de plata como tumba familiar. Esta fue la primera parcela de tierra que poseyó el pueblo judío en su Tierra Prometida. Hebrón se menciona 87 veces en el Antiguo Testamento y es la comunidad judía más antigua del mundo. La ciudad de Hebrón está entretejida en el tejido de la historia judía.

La orden de los Padres Melquisedek es una orden celestial comparable a la de los sacerdotes, ya que se les encomienda estar al servicio de la humanidad para siempre. Cuando los humanos necesitaron ayuda espiritual, un Melquisedek de nombre Maquiventa Melquisedek tomó forma humana y apareció de repente en la tierra en tiempos de Abraham.

Abraham había establecido su capital militar en Hebrón. Dada su ambición de ser rey y de acorralar a espada a todas las tribus vecinas, Maquiventa Melquisedek tuvo mucho trabajo para tratar de disuadir a Abraham, y al principio tuvo poco éxito. Incluso el rey de Sodoma y otros acabaron uniéndose a la confederación militar de Abraham centrada en Hebrón. Gracias a Melquisedec, Abraham renunció más tarde a sus sueños militares para construir un reino espiritual. Abandonó el campamento de Hebrón. Abraham se convirtió en un gran líder espiritual y era venerado. Cuando envejeció, regresó a Hebrón, encontró esposa para su hijo Isaac y murió confiado en la fe en Dios que aprendió de Maquiventa Melquisedec.

David, al frente de un pequeño ejército, estableció su cuartel general en la ciudad no hebrea de Hebrón. Sus compatriotas lo proclamaron rey del nuevo reino de Judá, formado en gran parte por grupos de nómadas no hebreos. Cuando los sacerdotes registraron este acontecimiento en el Antiguo Testamento, lo adornaron mucho y lo atribuyeron a un acto de Dios.

Cuando Juan tenía veinte años, él y su madre Isabel se trasladaron a Hebrón, conocido como el "desierto de Judea". Juan cuidaba el rebaño de ovejas, lo que le dejaba mucho tiempo para meditar y reunirse con diversas colonias religiosas. Allí conoció a Abner, el líder de la cofradía situada río abajo de donde desembocaba su arroyo. Abner se convirtió más tarde en seguidor de Juan, que pronto sería conocido como Juan el Bautista.

Jesús visitó por primera vez la ciudad de Hebrón en su trigésimo primer año, cuando El año de soledad de Jesús para ver el mundo de los hombres y cómo se ganaban la vida. Una de sus paradas fue en Hebrón.

Apenas cuatro meses después de que Jesús comenzara su labor pública, la oleada de oposición de Fariseos y Saduceos seguía aumentando, y el Maestro abandonó Jerusalén para trabajar en Belén y Hebrón. Durante un mes, él y los apóstoles hicieron trabajo personal, yendo de casa en casa. El Sanedrín aprobó el mandato de cerrar todas las sinagogas a Jesús, lo que constituyó un acto de autoridad sin precedentes. Salvo las sinagogas de Jerusalén, cada casa de culto se había regido por sus propias normas. Esta libertad fue anulada por el mandato. En dos semanas, todas las sinagogas se cerraron a Jesús, excepto la sinagoga de Hebrón.

Las autoridades de la sinagoga de Hebrón se negaron a reconocer la autoridad del Sanedrín para ejercer jurisdicción sobre su congregación. Su desafío al decreto de Jerusalén no estaba motivado por la compasión hacia la causa de Jesús, sino más bien por su insistencia en la autonomía de la congregación. Poco después, la sinagoga de Hebrón fue destruida por el fuego.

Durante la La tercera gira de predicación Jesús, Discípulos de Juan el Bautista, bajo la dirección de Abner, establecieron su cuartel general en Hebrón. Desde aquí se dirigían a Betsaida para reunirse con Andrés y los Los Doce Apóstoles, con los que pronto Conferencia con los apóstoles de Juan.

Cuando Jesús fue entregado para ser Jesús es crucificado entre dos ladrones, David Zebedeo envió a sus El servicio de mensajeros de David Zebedeo a varias ciudades para mantenerlos informados, una de las cuales era Hebrón.