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Belén de Judea 

Belén, reconocida mundialmente como el lugar de nacimiento de Jesús, se encuentra a 10 km al sur de Jerusalén. Alberga la antigua Iglesia de la Natividad, un lugar cristiano clave. La rica historia de Belén refleja su gobierno por diversos imperios, desde los romanos hasta los palestinos.

Belén de Judea
  • Resumen

    Belén, situada en la región montañosa de Judea, es mundialmente conocida por ser el lugar de nacimiento de Jesús. La ciudad está a unos 10 km al sur de Jerusalén y tiene una población aproximada de 25.000 habitantes. La iglesia de la Natividad, una de las más antiguas del mundo en funcionamiento ininterrumpido, marca el lugar tradicional del nacimiento de Cristo y es un importante lugar sagrado cristiano. Belén tiene una larga y tumultuosa historia, controlada por varios imperios y naciones, como los romanos, persas, musulmanes, cruzados, otomanos, británicos, jordanos, israelíes y palestinos.

  • Historia de Belén

    La historia de Belén está marcada por su importancia estratégica y simbólica a través de diversos dominios. Bajo el dominio romano desde el año 6 a.C., fue testigo de atrocidades como la orden de Herodes el Grande de matar a todos los niños menores de dos años en octubre del año 6 a.C.. Apoyó a los rebeldes judíos durante la revuelta de Bar Kokhba (132-135 d.C.). La iglesia de la Natividad, situada en el lugar donde se cree que nació Cristo, fue construida en el año 339 y reconstruida en el 565 tras su destrucción.

    A lo largo de los siglos, Belén pasó por las manos de varios gobernantes, como los persas en 614, los musulmanes en 637 y los cruzados en 1099, que la fortificaron hasta que Saladino la reconquistó en 1187. En 1517 pasó a formar parte del Imperio Otomano, hasta que los británicos se hicieron con su control en 1917. La ciudad fue un centro neurálgico durante la revuelta de los campesinos de 1834 contra el dominio egipcio. Después de la I Guerra Mundial, Belén pasó de manos otomanas a británicas y, tras la guerra árabe-israelí de 1948, a manos jordanas, hasta que Israel tomó el control en 1967. Finalmente, en 1995, Belén pasó a manos palestinas en virtud de los Acuerdos de Oslo.

  • El lugar de nacimiento de Jesús

    En el corazón de la antigua Palestina, enclavada entre las escarpadas colinas de Judea, se encontraba la humilde aldea de Belén. Este lugar aparentemente insignificante, a menudo eclipsado por la grandeza de Jerusalén, ocupa un lugar único en los anales de la historia espiritual. Fue aquí, en este tranquilo rincón del mundo, donde Nacimiento e infancia de Jesús el 21 de agosto del año 7 antes de Cristo.

    Belén, en Palestina del siglo I a.C., era un lugar de profundo significado histórico y cultural. Conocida como la Ciudad de David, estaba impregnada de la rica herencia del pueblo judío y de su anhelo de un Conceptos del Mesías esperado, un libertador. Como el resto de Judea, el pueblo de Belén vivía bajo el dominio romano y anhelaba la liberación y la restauración de su reino.

    En este contexto de expectación y anhelo, nació un niño. Jesús, el hijo de María y José, nació en Belén, no en un palacio real, sino en el humilde marco de un pesebre. No fue una casualidad, sino un símbolo profundo de la naturaleza de su misión. No iba a ser un rey temporal, con poder político, sino un maestro espiritual, portador de un mensaje de amor, paz y liberación espiritual.

    La hermosa leyenda de la estrella de Belén, que guió a los Magos hasta el pesebre, se explica como una serie de acontecimientos astronómicos extraordinarios pero naturales. Más tarde, los fanáticos bienintencionados de la generación siguiente entretejieron estos acontecimientos en una historia cautivadora, creando la leyenda perdurable de la estrella de Belén.

    El nacimiento de Jesús en Belén no fue sólo un acontecimiento histórico, sino un hito espiritual. Marcó el comienzo de una nueva era en la evolución espiritual humana, un punto de inflexión en nuestra comprensión de Dios y nuestra relación con lo divino. Jesús, a través de su vida y sus enseñanzas, revelaría una nueva imagen de Dios, no como una deidad distante e iracunda, sino como un Padre amoroso, íntimamente implicado en la vida de sus hijos.

    La importancia de Belén en la vida y las enseñanzas de Jesús va más allá de su nacimiento. Fue en Belén donde se produjo el primer reconocimiento de la naturaleza divina de Jesús. Los sacerdotes de Ur, enviados desde Jerusalén por Zacarías, reconocieron en el niño Jesús la "luz de la vida" que habían estado buscando. Dejaron sus regalos a María, su madre terrenal, marcando el primer reconocimiento de la misión divina de Jesús.

    Belén es un poderoso símbolo del poder transformador del amor divino en los aspectos más ordinarios de la vida humana. Nos invita a mirar más allá de la superficie, a buscar lo divino en lo cotidiano y a abrir nuestros corazones a la posibilidad de transformación. Nos recuerda que el camino hacia una relación personal con Dios no reside necesariamente en lo extraordinario, sino a menudo en los momentos ordinarios de la vida, impregnados del amor y la gracia divinos.

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Cronología

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Colaboradores

Mike Robinson, Gary Tonge

Referencias y fuentes

  • 122:8.1 Nacimiento de Jesús en Belén.
  • 122:8.7 Los pastores visitan a Jesús en Belén.
  • 123:0.3 La primera infancia de Jesús en Belén.
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