¯

Discover Jesus \ Events \Tarde de jueves en el lago

Tarde de jueves en el lago 

Enero 16, 27 CE (Jueves)

Jesús detalló la naturaleza del reino espiritual a Pedro, Santiago y Juan, haciendo hincapié en una fe personal y dinámica por encima de las expectativas literales tradicionales. Abogó por una vida compasiva y por cumplir la voluntad de Dios a través del crecimiento espiritual individual.

Tarde de jueves en el lago
  • Resumen

    El 16 de enero de 27 EC, Jesús pasó una tarde con Simón Pedro, Santiago Zebedeo y Juan Zebedeo para aclarar la naturaleza espiritual del reino, mientras sus apóstoles luchaban por reconciliar sus enseñanzas con sus expectativas literales del El Reino de los Cielos. Jesús encapsuló la esencia de sus enseñanzas espirituales, haciendo hincapié en un enfoque personal y progresivo de la religión. Sus enseñanzas supusieron un alejamiento significativo de las prácticas religiosas convencionales, centrándose en el desarrollo de un carácter compasivo y una vida dedicada a cumplir la voluntad del Padre. Transmitió la importancia del crecimiento espiritual individual por encima de la conformidad con un molde religioso establecido, desaconsejando la rigidez del autoexamen y promoviendo una religión de fe activa y bondad inherente.

    Las principales conclusiones de este profundo compromiso pusieron de relieve la sencillez y accesibilidad del mensaje de Jesús. Presentó sus enseñanzas como un nuevo comienzo para la humanidad, invitando a todos a vivir como si ya fueran ciudadanos del reino celestial. Este mensaje pretendía liberar a los cautivos espirituales y consolar a los oprimidos, reforzando la noción de que la iluminación espiritual proviene de la experiencia personal y de la interacción directa con lo divino, no de la adhesión a tradiciones anticuadas o de una piedad superficial. Estas enseñanzas pretendían preparar a los apóstoles para sus futuras misiones, haciendo hincapié en que la verdadera obra del espíritu debía llevarse a cabo en diversas experiencias e interacciones humanas, subrayando la aplicabilidad universal del mensaje de amor y redención de Jesús.

  • Mejorar los cimientos

    Jesús era muy consciente de que sus apóstoles no comprendían plenamente sus enseñanzas. Decidió dar instrucciones especiales a Pedro, Santiago y Juan con la esperanza de que fueran capaces de aclarar las ideas de sus asociados. Observó que Los Doce Apóstoles estaban captando algunos aspectos del concepto de un reino espiritual, pero insistían en unir estas nuevas enseñanzas espirituales directamente a sus antiguos y arraigados conceptos literales del reino de los cielos como la restauración del trono de David y el restablecimiento de Israel como poder temporal en la tierra.

    Como resultado, en la tarde del jueves 16 de enero del año 27 EC, Jesús dejó la orilla en una barca con Pedro, Santiago y Juan para dirigir una conferencia de enseñanza de cuatro horas que incluyó muchas preguntas y respuestas.

  • Hacer la voluntad del Padre

    Uno de los temas que Jesús trató con los tres apóstoles fue el cumplimiento de la voluntad del Padre. Subrayó que confiar en el cuidado del Padre celestial no era fatalismo ciego y pasivo. Citó un antiguo proverbio hebreo: "El que no quiera trabajar, no comerá", y citó su propia experiencia como comentario adecuado a sus enseñanzas. Al mismo tiempo, sus enseñanzas sobre la confianza en el Padre no deben ser juzgadas por las condiciones sociales o económicas de hoy o de cualquier otra época. Sus enseñanzas abarcan los principios ideales para vivir cerca de Dios en todas las épocas.

    Jesús animó a sus apóstoles a utilizar la prudencia y la previsión, al tiempo que les disuadió de experimentar ansiedad y preocupación. Enseñó la obediencia activa y alerta a la voluntad de Dios. En respuesta a sus preguntas sobre la frugalidad y el ahorro, simplemente se refirió a su vida como carpintero, constructor de barcos y pescador, así como a su meticulosa Organización de los Doce Apóstoles. Trataba de dejar claro que el mundo no es un enemigo, sino que las circunstancias de la vida son una dispensación divina que trabaja junto a los hijos de Dios.

    A Jesús le costó convencerles de su práctica personal de la no violencia. Se negó a defenderse, y los apóstoles supusieron que le complacería que siguieran su ejemplo. Les enseñó a no resistirse al mal y a no luchar contra la injusticia o la injuria, pero tampoco les enseñó a aceptar pasivamente el mal. Dejó claro que apoyaba el castigo social de los malhechores y criminales y el uso de la fuerza por parte de los gobiernos civiles para mantener el orden social y aplicar la justicia.

    Nunca dejó de advertir a sus discípulos sobre la mala práctica de las represalias; no toleraba la venganza ni el deseo de vengarse. Deploraba el rencor. Rechazaba el concepto de "ojo por ojo y diente por diente", así como todo concepto de venganza privada y personal, delegando estos asuntos en el gobierno civil, por un lado, y en el juicio de Dios, por otro. Dejó claro a los tres que sus enseñanzas se aplicaban a los individuos y no al Estado. Resumió sus instrucciones anteriores sobre estos asuntos de la siguiente manera:

    1. Amad a vuestros enemigos y recordad las exigencias morales de la fraternidad humana.
    2. El mal es inútil: la venganza no puede corregir un mal. No cometas el error de enfrentarte al mal con sus propias armas.
    3. Ten fe: cree en el triunfo final de la justicia divina y la bondad eterna.
  • Actitud política

    Jesús advirtió a sus apóstoles que fueran discretos en sus comentarios sobre las tensas relaciones que existían entonces entre el pueblo judío y el gobierno romano; les prohibió involucrarse en estas dificultades. Siempre tuvo cuidado de evitar las trampas políticas de sus adversarios, respondiendo: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Se negó a distraerse de su misión de establecer un nuevo camino de salvación; no se permitía preocuparse por nada más. En su vida personal, se atuvo estrictamente a todas las leyes y reglamentos civiles; sin embargo, en todas sus enseñanzas públicas, ignoró las cuestiones cívicas, sociales y económicas. Informó a los tres apóstoles de que sólo le preocupaban los principios de la vida espiritual interior y personal del ser humano.

    Jesús no fue un reformador político. No vino a reorganizar el mundo; aunque lo hubiera hecho, se habría limitado a aquel día y generación. No obstante, mostró la mejor manera de vivir, y ninguna generación está exenta de la tarea de determinar cómo adaptar mejor la vida de Jesús a sus propios problemas.

  • "Evento - Tarde de jueves en el lago" - por Midjourney y Gary Tonge"Evento - Tarde de jueves en el lago" - por Midjourney y Gary Tonge
  • Actitud social

    Los rabinos judíos habían debatido durante mucho tiempo la pregunta: "¿Quién es mi prójimo?" Jesús vino a presentar el concepto de bondad activa y espontánea, un amor genuino por el prójimo que ampliaba la vecindad para incluir al mundo entero, convirtiendo a todas las personas en prójimos. A pesar de todo, a Jesús sólo le interesaba el individuo, no las masas. Jesús no era un sociólogo, pero trabajó para eliminar todas las formas de aislamiento egoísta. Enseñó la simpatía y la compasión.

    Jesús no dijo que uno nunca debía agasajar a sus amigos en las comidas, pero sí dijo que sus discípulos debían organizar fiestas para los pobres y los desafortunados. Jesús tenía un fuerte sentido de la justicia, pero siempre equilibrado con la misericordia. Lo más cerca que estuvo de hacer pronunciamientos sociológicos fue diciendo: "No juzguéis, para que no seáis juzgados".

    Afirmó claramente que la bondad indiscriminada puede ser culpable de una amplia gama de males sociales. Jesús ordenó que no se distribuyeran fondos apostólicos como limosna salvo a petición suya o de dos de los apóstoles. En todos estos asuntos, Jesús decía: "Sed prudentes como serpientes, pero inofensivos como palomas" Su objetivo en todas las situaciones sociales era inculcar la paciencia, la tolerancia y el perdón.

    La familia ocupaba un lugar central en la filosofía de vida de Jesús, tanto ahora como en el futuro. Centró sus enseñanzas sobre Dios en la familia, intentando corregir la tendencia judía a sobrevalorar a los antepasados. Elogió la vida familiar como el deber humano más elevado, pero subrayó que las relaciones familiares no debían interferir con las obligaciones religiosas. Hizo hincapié en que la familia es una institución temporal que no existe después de la muerte. Cuando su familia se negó a obedecer la voluntad del Padre, Jesús no dudó en renunciar a ellos. El divorcio era común en Palestina y en el Imperio Romano en la época de Jesús. Él se negó repetidamente a establecer leyes que regularan el matrimonio y el divorcio, pero muchos de los primeros seguidores de Jesús tenían opiniones firmes sobre el divorcio y se apresuraron a atribuírselas.

  • Actitud económica

    Jesús trabajó, vivió y comerciaba en el mundo tal y como lo descubrió. No fue un reformador económico, pero señaló con frecuencia la injusticia de la desigual distribución de la riqueza. Sin embargo, no propuso ningún remedio. Dejó claro a los tres que, aunque sus apóstoles no debían poseer propiedades, no predicaba contra la riqueza y la propiedad, sino sobre su desigual e injusta distribución. Reconocía la importancia de la Jesús, defensor de los derechos humanos y la equidad industrial, pero no proporcionaba directrices para conseguirlas. Sólo enseñó a sus doce apóstoles a evitar las posesiones terrenales.

    Jesús advirtió con frecuencia a su auditorio contra la codicia, diciendo que "la felicidad del hombre no consiste en la abundancia de sus bienes materiales", y repetía una y otra vez: "¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?" No atacó directamente la propiedad, pero insistió en que los valores espirituales siempre tienen prioridad. En sus enseñanzas posteriores, intentó corregir muchas visiones erróneas de la vida narrando numerosas parábolas que pronunció durante su ministerio público. Jesús nunca pretendió desarrollar teorías económicas; era muy consciente de que cada generación debe idear sus propias soluciones a los problemas existentes.

    Si Jesús viviera hoy en día, en carne y hueso, decepcionaría a la inmensa mayoría de la gente simplemente porque no tomaría partido en las disputas políticas, sociales o económicas actuales. Permanecería grandiosamente distante mientras les enseñaría a perfeccionar su vida espiritual interior, haciéndoles muchas veces más capaces de atacar la solución de sus problemas puramente humanos.

    Jesús haría a todos los humanos semejantes a Dios y luego observaría con simpatía cómo estos hijos de Dios resuelven sus propios problemas políticos, sociales y económicos. Criticó lo que ¿Qué dijo Jesús sobre la riqueza? hace a la mayoría de sus devotos, más que la riqueza en sí misma. En esta tarde de jueves, Jesús dijo a sus asociados que "es más bienaventurado dar que recibir".

  • Religión personal

    Las enseñanzas de Jesús se comprenden mejor examinando su vida. Vivió una vida perfecta, y sus enseñanzas únicas sólo pueden entenderse cuando esta vida se visualiza en su contexto inmediato. Es su vida, y no sus lecciones a los doce o sus sermones a las multitudes, lo que revelará con mayor eficacia el carácter divino y la personalidad amorosa del Padre.

    Jesús no criticó las enseñanzas de los profetas hebreos o de los moralistas griegos. El Maestro reconocía las muchas cosas buenas que representaban estos grandes maestros, pero había venido a la tierra para enseñar algo más: "la conformidad voluntaria de la voluntad humana con la voluntad de Dios" Jesús no quería simplemente crear una persona religiosa, un mortal totalmente preocupado por los sentimientos religiosos y movido únicamente por impulsos espirituales. Jesús tenía una amplia experiencia en las cosas de este mundo. Las enseñanzas de Jesús a este respecto se han pervertido y tergiversado enormemente a lo largo de los siglos de la Religión - Cristianismo.

    La gente también ha malinterpretado la mansedumbre y humildad del Maestro. Él aspiraba a una soberbia autoestima. Jesús sólo aconsejaba a la gente que se humillara para que pudiera llegar a ser verdaderamente exaltada; lo que realmente deseaba era la verdadera humildad hacia Dios. Valoraba mucho la honestidad, un corazón puro. La fidelidad era una virtud cardinal en su evaluación del carácter, y el valor estaba en el corazón de sus enseñanzas. "No temas" era su consigna, y la resistencia paciente representaba su ideal de fortaleza de carácter. Las enseñanzas de Jesús forman una religión de valor, coraje y heroísmo. Y precisamente por eso designó a doce hombres corrientes como sus representantes personales, la gran mayoría de los cuales eran pescadores rudos, viriles y varoniles.

    Jesús tenía poco que decir sobre los vicios sociales de su época, y rara vez mencionaba la delincuencia moral. Era un ejemplo positivo de la verdadera virtud. Evitó cuidadosamente el método negativo de instrucción y se negó a promover El bien y el mal. No fue un reformador moral. Sabía, y enseñó a sus apóstoles, que la reprensión religiosa y las prohibiciones legales no suprimen los impulsos sensuales de los seres humanos. Sus pocas condenas se dirigían principalmente contra el orgullo, la crueldad, la opresión y la hipocresía.

    Jesús sabía que muchos de los escribas y Fariseos tenían buenas intenciones, y reconocía su esclavitud a las tradiciones religiosas. Convenció a los tres apóstoles de que valoraba la vida entera, no sólo unas pocas virtudes especiales.

Lecturas sugeridas de este ensayo

Personas relacionadas

Temas relacionados

Lugares relacionados

  • Cafarnaún

    Residencia de Jesús tras abandonar Nazaret.

Colaboradores

Gregg Tomusko, Mike Robinson, Gary Tonge

Referencias y fuentes

  • 111:5.1 La voluntad de Dios es que compartamos con Él nuestra vida interior.
  • 140:8.1-32 Jueves por la tarde en el lago; Jesús enseña a tres de sus apóstoles.
  • 183:1.2 El Padre no quiso la muerte cruel de su hijo.
2021-2025 El Centro para la UnidadTodos los derechos reservados1.6.0 PR
ComentariosVídeosDona
El Centro para la Unidad, logotipo y nombre, como imagen