Queresa 

Jesús eligió a Los seis primeros apóstoles y pidió a cada uno de ellos que eligiera a uno más. El segundo y el tercero en ser elegidos por Jesús, Santiago Zebedeo y Juan Zebedeo, designaron a dos hermanos gemelos de Queresa para ser el noveno y el décimo apóstoles. Estos gemelos eran pescadores-agricultores llamados Santiago y Judas Alfeo.

A cada uno de los doce apóstoles de Jesús se le asignó un área de responsabilidad. A los gemelos Alfeo se les asignó la dirección de las multitudes. Su tarea consistía en mantener el orden entre las multitudes y, en caso necesario, sustituir a los ujieres. Como había otro Santiago y otro Judas entre los doce apóstoles, los gemelos se llamaban también Tadeo y Lebeo, los gemelos pescadores de Queresa.

Muchos pastores de cerdos vivían y trabajaban en los alrededores de Queresa, un pueblo de gentiles en aquella época. En marzo del año 29 de nuestra era, Jesús y sus apóstoles se dirigieron en sus barcas a la orilla oriental del mar de Galilea para descansar unos días. Desembarcaron en las escarpadas colinas bajo Queresa. De camino a un campamento, pasaron junto a un cementerio donde un hombre se abalanzó sobre Jesús. Este demente, Amós, era muy conocido en Queresa y había sido encadenado en una cueva después de uno de sus ataques de locura. Se soltó y vagó por el cementerio poseído por la locura.

Había periodos en los que Amos estaba cuerdo y lúcido. Durante uno de estos periodos, viajó a Betsaida y escuchó las enseñanzas de Jesús. Quedó tan impresionado que se hizo creyente. Pero luego volvió a caer en la locura y regresó al cementerio, donde gemía, gritaba y aterrorizaba a todos los que se cruzaban con él.

Cuando Amós vio acercarse a Jesús, cayó a sus pies y declaró que estaba poseído por demonios. Jesús le dijo: "Amós, no estás poseído por un demonio; ya has oído la buena noticia de que eres hijo de Dios. Después de que Jesús hablara, se produjo tal transformación en su intelecto que inmediatamente recobró la razón y el control normal de sus emociones. Algunos de Kheresa vieron esto y se asombraron, tanto que corrieron a contárselo a otros.

En la conmoción, uno de los pastores de cerdos dejó desatendida su piara y una jauría de perros arremetió contra los cerdos haciendo que treinta de ellos murieran despeñados por un acantilado cercano. Jesús sabía la verdad sobre este incidente, pero la gente que pensaba en los milagros insistía en que los demonios de Amós habían entrado en los cerdos y los habían despeñado. Amós también creyó El lunático de Kheresa y esta creencia contribuyó a la permanencia de su curación.

Aquel día nació la leyenda de que Jesús expulsó los demonios de Amós y los introdujo en una piara de cerdos suicidas. Amós no volvió a sufrir otro período de locura y fue a Kheresa y a otras ciudades declarando las grandes cosas que Jesús hizo por él. Muchos fueron llevados a Jesús al oír hablar de este extraño incidente. Tras escuchar el relato de Amós, un hombre llamado Adén organizó una considerable congregación de creyentes en Kanata, Siria, y posteriormente llevó las enseñanzas de Jesús a Mesopotamia.

En mayo del año 29 d.C., mientras Jesús enseñaba en la orilla occidental de Galilea, las autoridades emitieron una orden de arresto contra él. La orden llegó justo antes de que llegaran los agentes encargados de la detención. Jesús y sus apóstoles evadieron a los agentes por los pelos; subieron a sus barcas y cruzaron a remo el mar de Galilea, desembarcando cerca de Queresa. Esta aldea estaba en la frontera de una región amiga gobernada por Felipe, hijo de Herodes el Grande. Este acontecimiento marcó el comienzo del último año de la vida de Jesús. Durante un tiempo, permanecieron en los dominios de Filipo, yendo desde Queresa hasta Cesarea de Filipo, y luego hasta la costa de Fenicia. A continuación, Jesús y sus apóstoles recorrieron los territorios del norte de Galilea, enseñando y predicando por el camino, y luego regresaron a la costa occidental de Galilea, una vez anulada la orden de arrestar a Jesús.

Una noche de la primera semana de agosto del año 29 de la era cristiana, Jesús se enteró de que había muchos líderes reunidos en la orilla opuesta del mar de Galilea, cerca de Queresa. Esa noche, él y sus apóstoles remaron una vez más a través del mar. Y de nuevo acamparon cerca de Queresa. Descansaron un día y luego fueron a un parque cercano donde el Maestro realizó uno de sus milagros más famosos, Jesús da de comer a los cinco mil con "panes y peces".

Jesús y sus apóstoles fueron repetidamente a Queresa, bien para descansar o para escapar de sus perseguidores. Era un lugar real y seguro donde acampaban, y Jesús enseñaba a la gente de Queresa. Tras la difusión de los rumores sobre la curación de Amós, grandes multitudes esperaban a Jesús cuando más tarde fue a Betsaida y Cafarnaún.

Esta pequeña aldea de gentiles, aparentemente sin importancia, situada en las afueras de la Decápolis, Queresa, fue también el comienzo del último año del ministerio de Jesús. Sin embargo, el nombre de Queresa se desvaneció en el olvido con el paso de la historia.