El lunático de Kheresa 

El 20 de marzo de 29 EC, Jesús y sus apóstoles remaron hacia el lado oriental del Mar de Galilea para acampar y descansar. Desembarcaron en la orilla, bajo la aldea de Queresa, subieron al acantilado y se dirigieron a un campamento. Al día siguiente, pasaron junto a un cementerio donde un hombre se abalanzó sobre Jesús. Este demente, Amós, era muy conocido en Queresa y había sido encadenado en una cueva tras uno de sus ataques de locura. Se soltó y vagó por el cementerio poseído por la locura.

Había periodos en los que Amos estaba cuerdo y lúcido. Durante uno de estos periodos, viajó a Betsaida y escuchó las Enseñanzas de Jesús. Quedó tan impresionado que se hizo creyente. Pero luego volvió a caer en la locura y regresó al cementerio, donde gemía, gritaba y aterrorizaba a todos los que se cruzaban con él.

Cuando vio acercarse a Jesús, Amós cayó a sus pies y declaró que estaba poseído por demonios. Jesús le dijo: "Amós, no estás poseído por un demonio; ya has oído la buena noticia de que eres hijo de Dios. Después de que Jesús hablara, se produjo tal transformación en su intelecto que inmediatamente recobró la razón y el control normal de sus emociones. Algunos de Queresa vieron esto y quedaron tan asombrados que corrieron a contárselo a otros.

Muchos criadores de cerdos vivían y trabajaban en los alrededores de Queresa, un pueblo de gentiles en aquella época. En la conmoción de la cura de Amós, uno de los pastores dejó su piara desatendida, y una jauría de perros cargó contra los cerdos, haciendo que treinta de ellos murieran despeñados por un acantilado cercano. Fue un suceso imprevisto y fortuito. Pero la gente creía que Jesús había expulsado a los demonios de Amós, y que los demonios habían entrado en los cerdos, lo que les hizo despeñarse hacia la muerte. Al final del día, todos en el pueblo habían oído la historia y la habían creído.

Jesús sabía la verdad acerca de este incidente, pero la gente de la época que pensaba en milagros insistía en que los demonios de Amós habían entrado en los cerdos y los habían despeñado. Amós también creyó la historia, lo que contribuyó a que su curación fuera permanente.

Amós no volvió a sufrir otro ataque de locura y fue a Queresa y a otras ciudades, declarando las grandes cosas que Jesús hizo por él. Muchos se acercaron a Jesús después de oír hablar de este extraño incidente. Un hombre llamado Adén, después de escuchar la historia de Amós, levantó un gran grupo de creyentes en Kanata, Siria, y luego llevó las enseñanzas de Jesús a Mesopotamia.