¯

Discover Jesus \ Events \Cuarenta días de predicación

Cuarenta días de predicación 

Febrero 23, 26 CE (Sábado)

Tras el bautismo de Jesús por Juan y su posterior retirada a las colinas durante cuarenta días, Juan continuó predicando con renovada convicción sobre el reino y el Mesías. Mientras tanto, crecía el interés público por Jesús.

Cuarenta días de predicación
  • Resumen

    Después de que Juan el Bautista bautizara a Jesús en el Jordán, Jesús abandonó el campamento de Juan y se dirigió a las colinas. Y se ausentó durante los cuarenta días siguientes. Durante estos cuarenta días, Juan continuó su predicación, pero con un nuevo elemento de seguridad sobre el reino esperado y el Mesías. Mucha gente acudía a escuchar a Juan y a sus discípulos; muchos habían oído hablar de los acontecimientos del bautismo y querían ver por qué tanto alboroto. Pero Jesús se había ido y corrían rumores sobre él. Algunos querían buscar a Jesús, pero Juan les dijo que no lo hicieran.

    Vinieron sacerdotes de Jerusalén e interrogaron a Juan, exigiéndole respuestas. Juan mismo tenía muchas preguntas, al igual que sus seguidores y discípulos. Finalmente, Jesús regresó y Juan lo acogió con alegría. Pero al día siguiente, Jesús se despidió de Juan mientras regresaba a Galilea, diciéndole que a partir de entonces sería guiado por el Padre. Esta fue la última vez que Jesús y Juan se vieron en persona.

  • Los cuarenta días de predicación de Juan

    Bautismo de Jesús en el Jordán el 14 de enero de 26 EC. Después de salir del agua, Jesús abandonó el campamento de Juan y no se le volvió a ver durante cuarenta días. Los acontecimientos del bautismo tuvieron un profundo efecto en Juan; y cuando regresó con sus seguidores, éstos discutían profundamente entre sí, preguntándose qué significaba todo aquello. Para aumentar el misterio, Juan les contó -como había hecho con Jesús- la historia de El anuncio de Gabriel a María antes del nacimiento de Jesús. Se extrañaron de que Jesús no hiciera ningún comentario al oír la historia de Juan y se marchara solo a las colinas. Era una noche estrellada, y Juan y sus seguidores hablaron juntos durante horas y horas sobre Jesús; dónde podría haber ido y cuándo podría volver.

    Juan permaneció en Pella, sin dejar de predicar y bautizar. A pesar de la tensión que reinaba durante aquellos días, en los que no se sabía dónde estaba Jesús ni cuándo volvería, la predicación de Juan era poderosa y su mensaje tenía una emoción y una certeza añadidas, pues renovaba sus proclamas sobre la llegada del Reino y del Conceptos del Mesías esperado. Miles de personas se reunieron a su alrededor, y sus discípulos comenzaron a predicar a la multitud desbordante. Habían venido a ver al supuesto nuevo Mesías, pero les dijeron que no estaba allí, lo que hizo que muchos no creyeran en toda la historia. Todo el campo se inundó de rumores que se extendieron incluso hasta Jerusalén.

    Un día, varias semanas después de la partida de Jesús, un grupo de líderes religiosos de Jerusalén llegó a Pella para interrogar a Juan sobre los acontecimientos que estaban causando tanto revuelo entre la gente. Le preguntaron si era Elías u otro profeta. Juan respondió que no. Luego le preguntaron directamente si era el Mesías y Juan respondió que no. Posteriormente, los sacerdotes preguntaron a Juan por qué bautizaba y creaba tal alboroto si no era ni profeta ni el Mesías. Juan respondió: "Deben ser los que me han oído y han recibido mi bautismo los que digan quién soy, pero yo os declaro que, mientras yo bautizo con agua, ha habido entre nosotros uno que volverá para bautizaros con el Espíritu Santo."

    Durante estos cuarenta días, Juan y sus discípulos tuvieron muchas discusiones entre ellos. Todos se preguntaban sobre la relación de Juan con Jesús a la luz de estos nuevos acontecimientos. Salieron a relucir cuestiones de política y ambición personal, que desembocaron en intensos debates en torno a la naturaleza del Mesías. ¿Asumiría Jesús un papel de líder militar y monarca davídico? ¿Emularía la conquista de los cananeos por Josué contra los ejércitos romanos? ¿O su propósito era establecer un reino espiritual? Juan adoptó la última opinión minoritaria, que Jesús vino a establecer el El Reino de los Cielos. Sin embargo, él mismo no estaba totalmente seguro de los detalles de esta misión y de lo que podría implicar.

    Juan rezaba para que Jesús volviera pronto. Sus discípulos organizaron partidas de búsqueda y quisieron salir en busca del Maestro. Pero Juan les aconsejó que no lo hicieran, diciendo que todas las cosas estaban en manos de Dios y que el Padre dirigiría a su Hijo.

  • Después de los cuarenta días

    Finalmente, el sábado 23 de febrero de la era cristiana, Jesús regresó de su estancia en las colinas. Cuando Juan vio acercarse al Maestro, se subió a una roca y proclamó en voz alta: "¡He aquí el Hijo de Dios, el libertador del mundo! Este es aquel de quien he dicho: 'Después de mí vendrá uno que será preferido antes que yo, porque fue antes que yo'. Por eso salí del desierto a predicar la conversión y a bautizar con agua, anunciando que el Reino de los Cielos está cerca. Y ahora viene uno que os bautizará con el Espíritu Santo. Y vi al espíritu divino que descendía sobre este hombre, y oí la voz de Dios que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia"".

    Al día siguiente, Jesús dejó a Juan y a sus discípulos y se fue a Galilea. No les dijo si volvería ni cuándo. Antes de partir, Juan preguntó a Jesús cuáles serían los siguientes pasos de su misión de predicación, pero Jesús se limitó a decir: "Mi Padre te guiará ahora y en el futuro como lo ha hecho en el pasado" Entonces los dos hombres se separaron, y no volvieron a verse mientras estuvieron en este mundo.

Lecturas sugeridas de este ensayo

Personas relacionadas

Colaboradores

MaryJo Garascia, Mike Robinson, Gary Tonge

Referencias y fuentes

  • 135:9 Cuarenta días de predicación.
2021-2025 El Centro para la UnidadTodos los derechos reservados1.6.0 PR
ComentariosVídeosDona
El Centro para la Unidad, logotipo y nombre, como imagen