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Descubre a Jesús \ Grupo \Los Reyes Magos
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Los Magos de Ur encontraron a Jesús y evitaron el engaño del rey Herodes, garantizando la seguridad del niño. El universo bullía con la noticia de la encarnación de Dios, revelada a los sacerdotes caldeos a través de mensajes divinos. Estos acontecimientos dieron origen a la celebración cristiana de la Epifanía.
Tres reyes magos viajaron desde Ur para encontrar al niño de la promesa. Tras una búsqueda inútil, Zacarías les condujo hasta el niño Jesús. Dejaron regalos y emprendieron el camino de vuelta a casa. El rey Herodes los interceptó, al oír rumores de un Mesías o rey judío. Alarmado, Herodes les pidió que le localizaran a Jesús. Los sabios, discerniendo la falta de sinceridad, no obedecieron. Esta decisión clave salvó la vida de Jesús.
El universo se conmovió al saber que el Hijo de Dios había La misión de Jesús para encarnarse como hombre. Un ángel consiguió transmitir un mensaje a un grupo de sacerdotes caldeos cuyo jefe era Ardnón. A estos hombres también les había dicho un extraño maestro religioso de su país, que había experimentado un sueño extraordinario, que "la luz de la vida" estaba a punto de aparecer en la tierra, como un bebé, y entre los judíos.
Estos tres sabios con perspicacia espiritual, al enterarse de la noticia, se aventuraron a visitar a Jesús en el pesebre, buscando esta "luz de vida" Después de muchas semanas, y sin que nadie supiera de ningún acontecimiento especial, se dispusieron a regresar a Ur. Entonces Zacarías se reunió con ellos y les hizo partícipes de su creencia de que buscaban a Jesús. Los envió de Jerusalén a Belén de Judea, donde encontraron al niño y dejaron sus regalos a María. Jesús tenía casi tres semanas.
La visita de los Reyes Magos se llama Epifanía en el cristianismo occidental, derivada de una palabra griega que significa "manifestación de una deidad a un adorador".
Los espías de Herodes el Grande Grande informaron de esta visita de los sacerdotes a un recién nacido. Herodes convocó a los tres sacerdotes caldeos para que comparecieran ante él y así poder saber más sobre el nuevo "rey de los judíos". Los sacerdotes comprendieron que se trataba de un niño especial, por lo que se limitaron a declarar que habían visto a una pareja que había venido a inscribirse en el censo con un bebé.
Herodes, insatisfecho con esta respuesta, los envió con una bolsa a buscar al niño para poder adorarlo, ya que habían dicho que su reino sería espiritual, no temporal. Cuando los sabios no regresaron, Herodes empezó a sospechar.
Durante la presentación de Jesús en el templo, la poetisa Ana había escrito un himno, que sería cantado por Simeón a una señal preestablecida y coordinada por el sacerdote Zacarías cuando llegara el turno de Jesús. Los judíos anhelaban la llegada del Mesías, y Ana lo expresó así: "Porque irás delante de la faz del Señor para instaurar su reino".
Cuando los informadores de Herodes regresaron, le dieron un relato detallado de los recientes acontecimientos en el templo, incluida una copia de partes de la canción de Simeón que se había cantado. Pero no habían podido seguir a José y María, y Herodes se enfureció cuando no pudieron decirle dónde había llevado la pareja al bebé. Entonces envió buscadores para encontrar a José y María. Zacarías e Isabel evitaron Belén porque sabían que Herodes perseguía a la familia de Nazaret. El niño fue escondido entre los parientes de José.
Tras más de un año de búsqueda, los espías de Herodes no encontraron a Jesús, por lo que ordenó un registro sistemático de todas las casas de Belén y la matanza de todos los niños menores de dos años.
Los tres sabios comprendieron el peligro que Herodes pretendía cuando preguntó por el niño. Si hubieran ido a buscar a José y María e informado a Herodes, Jesús habría sido asesinado. De este modo, fueron verdaderos sabios.
La leyenda de la Estrella de Belén nació de la astronomía antigua.
Gregg Tomusko, Mike Robinson, Gary Tonge