Descubre a Jesús \ Tema \La conveniencia de ser equilibrado
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Jesús hizo hincapié en el valor de un carácter equilibrado, que combina la fuerza interior con la capacidad de adaptación para afrontar los retos de la vida con gracia. Este ensayo recoge sus enseñanzas con ideas prácticas para el mundo de hoy.
Durante la La segunda gira de predicación, Jesús dio una lección sobre la conveniencia de un carácter equilibrado a un grupo de jóvenes evangelistas. Estas enseñanzas subrayan la importancia de equilibrar la fuerza interior con la adaptabilidad, lo que nos permite navegar por los cambios de la vida con gracia y propósito. A continuación se resumen esas enseñanzas con consideraciones prácticas para nuestra vida en el siglo XXI.
El carácter se refiere al temperamento o disposición de una persona. Desarrollar un carácter equilibrado es crucial, especialmente en el mundo actual, en el que estamos constantemente bombardeados de información y presionados por rápidos cambios tecnológicos y sociales. Vivir con éxito entre los demás exige adaptarse a necesidades y retos diversos, lo que a menudo puede resultar abrumador. Perseguir un carácter equilibrado puede proporcionar estabilidad y resistencia en medio de las exigencias e incertidumbres de la vida.
En primer lugar, Jesús aconsejó a su audiencia sobre su vocación en la vida y el trabajo que hacían en el mundo. Ahora, como entonces, tener un trabajo es necesario para la mayoría de la gente, y es bueno dominar una habilidad u oficio concretos. Jesús enseñó que la voluntad de Dios puede hacerse en cualquier ocupación terrenal. Por ejemplo, si alguien es programador informático pero sólo domina un lenguaje informático, puede quedarse atrás cuando cambie la necesidad de ese lenguaje concreto. El exceso de especialización puede limitar la flexibilidad y la adaptabilidad en un mercado laboral cambiante.
Siempre es una buena idea dominar una amplia gama de habilidades para cualquier campo de trabajo. Además, es muy valioso que las personas desarrollen una amplia comprensión cultural de la vida en toda su diversidad. Los individuos verdaderamente educados no se contentan con permanecer ajenos a las experiencias y acciones de los demás.
Jesús enseñó que, aunque la virtud es deseable, puede convertirse en vicio si se lleva al extremo. La diligencia en el trabajo es ciertamente una virtud. Pero, si uno es tan diligente en su enfoque del trabajo que se convierte en un "adicto al trabajo", tal virtud puede dañar su bienestar. Un equilibrio entre trabajo, descanso y diversión es un enfoque saludable. Del mismo modo, la honradez es una virtud. Pero, si uno lleva la virtud de la honestidad a sus extremos, puede perder el tacto y herir a los demás. Uno de los Frutos del Espíritu es la "honestidad iluminada", que indica que uno debe moderar su honestidad con iluminación espiritual, aportando ayuda constructiva en lugar de herir sentimientos.
Jesús siempre predicó la templanza y enseñó la coherencia: la adaptación proporcionada a los problemas de la vida. En última instancia, el Autodominio - Sé perfecto y el equilibrio emocional sirven como estabilizadores en la vida. Nos permiten abordar los problemas de un modo que no subestima ni exagera su impacto, lo que conduce a soluciones proporcionadas y manejables que nos mantienen con los pies en la tierra y bien equipados para seguir adelante. Desarrollamos hábitos sólidos de resolución de problemas que nos proporcionan un proceso coherente y medido, paso a paso, que puede ayudarnos a encontrar soluciones a largo plazo para los problemas cotidianos que surgen.
Jesús señaló que un exceso de compasión y lástima por la situación de los demás, aunque bienintencionado, puede socavar nuestra estabilidad emocional. Un enfoque equilibrado de la compasión, en el que la empatía se combina con límites sanos y autocuidado, permite apoyar a los demás sin sacrificar el bienestar personal. Si nos volvemos inestables, seremos de poco valor para los demás. Nuestro servicio amoroso a los demás debería aumentar nuestra autoestima, no disminuirla. Jesús exhortó a sus seguidores a mostrar simpatía hacia los demás sin ser excesivamente emocionales y a exhibir rectitud sin ser "santurrones."
El entusiasmo por cualquier actividad, cuando se lleva al extremo, puede ser perjudicial para el carácter. Un ejemplo de esto se puede ver en nuestra era moderna en los deportes. Cuando vemos que los aficionados se vuelven violentos o agresivos, se trata de una expresión de entusiasmo malsana y perjudicial. De hecho, la palabra "fan" es un derivado de "fanatismo", así que, no importa a qué o a quién seamos devotos, es sabio fundamentar nuestro entusiasmo en la realidad y la razón.
Jesús también advirtió contra "los peligros de la torpeza de una mediocridad demasiado conservadora" Un carácter fuerte y equilibrado aceptará el cambio. La resistencia al cambio conduce a la mediocridad -a no superar nunca la media- al ahogar la propia capacidad de adaptación al cambio. En esta era moderna de cambios rápidos, conviene ser flexible y capaz de pivotar ante nuevas oportunidades y retos.
Jesús también habló de los peligros de la valentía y la fe y de cómo a veces llevan a las almas irreflexivas a la temeridad y la presunción. Si uno es alpinista y domina esas habilidades, le puede resultar fácil presumir que puede hacer cualquier cosa, escalar cualquier montaña con facilidad. Un alma tan valiente puede ignorar las señales de peligro y correr riesgos innecesarios, exponiéndose a sufrir lesiones o cosas peores. La valentía debe ir siempre acompañada de sabiduría y humildad.
Una fe que no esté arraigada en la realidad espiritual también puede acarrear riesgos. En su El discurso de Jesús sobre la verdadera religión, Jesús nos enseñó a abrazar la El discurso de Jesús sobre la religión del Espíritu, que implica la participación activa y dinámica de la mente y el alma en la aventura de la fe de la experiencia humana progresiva en relación con el La inhabitación del Espíritu de Dios. Jesús enseñó que debemos tener una fe en Dios libre de temor y superstición. Esto contrasta con la fe meramente pasiva que exigen las religiones de autoridad. Ese tipo de fe, aunque sigue siendo reconocida por el Padre, priva al creyente de la alegría y la sensación de logro que proporciona el descubrimiento espiritual personal y progresivo.
Jesús también mostró cómo la prudencia y la discreción, cuando se llevan demasiado lejos, conducen a la cobardía y al fracaso. Si somos siempre demasiado prudentes, es fácil que nos quedemos paralizados por el miedo; tal actitud sólo nos conducirá a la derrota. Cuando vivimos de acuerdo con la voluntad de Dios, con el tiempo aprendemos a confiar en nosotros mismos y en nuestras decisiones, sabiendo que los errores son inevitables en la vida, pero a menudo no son más que oportunidades para crecer.
Cuando elegimos cooperar con la chispa del Padre celestial que llevamos dentro, podemos vivir vidas de originalidad y libertad ante Dios, al tiempo que llevamos una vida equilibrada, normal, productiva y feliz. Nuestra originalidad espiritual y nuestra singularidad personal deben realzar nuestra vida sin parecer extraños o excéntricos. No somos necesariamente del mundo, pero nuestro carácter equilibrado debería mejorar nuestra capacidad de vivir con éxito en el mundo.
Hijo de Dios, Hijo del Hombre. Hijo Creador del Universo.
Una presencia divina dentro de la mente humana.
La ira es veneno espiritual, agota la salud e impide el crecimiento.
Jesús enseñó que la fe revela la presencia amorosa de Dios en nuestro interior.
MaryJo Garascia, Mike Robinson, Gary Tonge