Descubre a Jesús \ Objeto \Hogar de Jesús en Nazaret

Hogar de Jesús en Nazaret 

El hogar de José y María en Nazaret comenzó siendo una sencilla estructura de piedra de una sola habitación. La vida en el hogar de Jesús fomentaba la devoción, dando prioridad al servicio sobre la riqueza. En una comunidad tan unida, Jesús aprendió a ser compasivo y a valorar los esfuerzos colectivos.

Hogar de Jesús en Nazaret
  • Resumen

    El hogar de José y María en Nazaret comenzó siendo una sencilla estructura de piedra de una sola habitación, típica de la época, con un tejado plano que servía para diversos fines. Jesús, mientras crecía, tuvo un memorable accidente en las escaleras de piedra durante una tormenta de arena, pero no sufrió heridas graves. La casa familiar evolucionó con los esfuerzos de construcción de José, incluyendo una adición para un taller de carpintería. El mobiliario era básico, consistente en objetos de piedra, un telar y esteras. El hogar proporcionaba un entorno seguro y enriquecedor para la familia, fomentando la humildad y la devoción. El taller de José y las mejoras económicas de la familia reflejaban la naturaleza práctica pero humilde de Jesús, que daba más importancia al servicio que a la riqueza.

    Nazaret, donde creció Jesús, era una comunidad muy unida de agricultores y artesanos. El hogar de la familia subrayaba la importancia de la comunidad en la educación de Jesús, con compasión por las luchas de la gente y la creencia en los esfuerzos colectivos por un mundo mejor. La ubicación de la casa en una ruta comercial ofrecía oportunidades para las ventas de carpintería de José y los productos caseros de María. Jesús adoptó una fuerte ética del trabajo y fomentó el cuidado mutuo dentro de la comunidad. El legado del hogar destacaba la importancia de la humildad, el amor y el servicio a los demás, subrayando que la grandeza no se mide por la riqueza o el estatus, sino por la voluntad de servir a los demás. El hogar familiar también destacaba la importancia de los valores familiares, el amor y el apoyo, sirviendo de base para la vida y las enseñanzas de Jesús.

  • El hogar de José y María

    Originalmente, el hogar de José y María era una estructura de piedra y barro de una sola habitación, típica de las casas de Nazaret en aquella época. La casa tenía un tejado plano, que se utilizaba para diversos fines, como dormir al aire libre durante los calurosos meses de verano; y servía también como zona de juegos para los niños, así como espacio donde la familia guardaba un palomar. Había unas escaleras exteriores de piedra que conducían al dormitorio con techo de lona. El séptimo año de Jesús - Jesús tiene una caída accidental de estas escaleras en su juventud durante una inesperada tormenta de arena. Jesús no sufrió ninguna lesión grave, pero después de este accidente, José construyó una balaustrada a ambos lados de la escalera debido a la preocupación por la seguridad de sus hijos. A Jesús le gustaba especialmente tumbarse en este tejado, mucho después de acostarse, para observar el cielo estrellado por la noche.

    Dos de los hermanos de José le ayudaron a construir la casa familiar donde creció Jesús y, tras el nacimiento de Marta (la sexta hija), José construyó también un añadido a esta casa, una gran habitación, que se utilizaba como taller de carpintería durante el día y como dormitorio por la noche. Cerca, en el patio trasero, había un edificio anexo destinado a alojar a los animales, y cerca del anexo para los animales estaba el cobertizo, que cubría el horno y el molino para moler el grano. Se necesitaban dos personas para manejar este tipo de molino, una para moler y otra para alimentar el grano. De pequeño, Jesús alimentaba a menudo con grano este molino mientras su madre hacía girar el molinillo.

    El mobiliario de la casa consistía en una mesa baja de piedra, platos y ollas de barro y piedra, un telar, un candelabro, varios taburetes pequeños y esteras para dormir en el suelo de piedra. La casa era sencilla pero cómoda, y ofrecía un entorno seguro y acogedor para la familia. A medida que la familia crecía, todos se sentaban en cuclillas alrededor de la gran mesa de piedra para disfrutar de las comidas, sirviéndose de un plato u olla común. En invierno, durante la cena, la mesa se iluminaba con una pequeña lámpara plana de arcilla, llena de aceite de oliva.

  • El taller del hogar

    José, un contratista, estableció un taller de reparaciones cerca de la fuente del pueblo con socios comerciales, incluidos sus hermanos. A medida que Jesús crecía, dividía su tiempo entre ayudar a María en casa y observar el trabajo de su padre, absorbiendo la charla de los viajeros de la caravana. A pesar de su naturaleza juguetona, cumplía las normas del Sabbat, pero desarrolló habilidades para trabajar la madera junto a su padre. Tras La muerte de José, Jesús dedicó largas horas en el taller casero para mantener a su familia, haciendo hincapié en la humildad y la devoción.

    Trabajando en el taller familiar, Jesús no estaba interesado en la riqueza o el poder y valoraba el servicio y el aprendizaje de habilidades prácticas. Poco a poco, su hermano Santiago se hizo cargo de la carpintería, lo que permitió a Jesús explorar el diseño y la construcción de barcos. Un momento crucial se produjo en la tienda de barcas de Zebedeo, en Cafarnaún, cuando Jesús, el 13 de enero del año 26 de la era cristiana, anunció su partida para Bautismo de Jesús en el Jordán, lo que marcó un cambio significativo en el propósito de su vida.

  • La vida en Nazaret - La importancia de la comunidad

    El hogar de José y María subraya la importancia de la comunidad en la educación de Jesús. Al crecer en Nazaret, una comunidad agrícola y artesana muy unida, Jesús estuvo profundamente conectado con las luchas de la gente. Compasivo y conmovido por su sufrimiento, se propuso aliviar su dolor. La ubicación de Nazaret en una importante ruta comercial ofrecía oportunidades para las ventas de carpintería de José y los productos caseros de María. Jesús creía en el papel de la comunidad en el plan de Dios, alentaba el cuidado mutuo y fomentaba un espíritu de colaboración para crear un mundo mejor. Él también se adhirió a una fuerte ética del trabajo, rechazando la ayuda externa, haciendo hincapié en la responsabilidad personal y alimentando lazos creativos con amigos como Jacob y el alfarero, Natán.

  • Una escuela en casa para las hermanas de Jesús

    La educación de María, notable para su época, condujo al establecimiento de una escuela en casa para sus hijas, Miriam, Marta y Rut. Restringidas de la escuela de la sinagoga con varones, las niñas recibieron una excelente educación bajo la guía de María y José, haciendo hincapié en las habilidades y la formación. Jesús, apasionado por la música, cambiaba los productos lácteos por clases de arpa, convirtiéndose en un hábil arpista a los once años. También fomentó el interés por la música vocal entre sus compañeros. La presencia de José mejoró la situación económica de la familia, como se vio en la mejora de las instalaciones del hogar y en el aumento del número de pizarras lisas que se utilizaban como pizarras para escribir.

    Jesús, empleando con éxito métodos positivos de crianza, influyó en la aceptación de su madre, evitando el enfoque negativo y prohibitivo. A lo largo de sus enseñanzas públicas, Jesús hizo hincapié en la exhortación positiva, transformando las prácticas familiares y ganándose el papel de cabeza indiscutible del hogar.

  • Provisiones para la familia y los animales

    Cerca, en el patio trasero, había un edificio para alojar a los animales, y Jesús aprendió a ordeñar la vaca de la familia y a cuidar de los demás animales. También aprendió a hacer queso y a vender productos lácteos para ganarse algo de dinero mientras vivía su padre, José. En un momento dado, Jesús tuvo la vaga esperanza de poder reunir los medios suficientes para comprar una pequeña granja. Había pensado seriamente en este plan, pero cuando Herodes el Grande se negó a pagarles nada de los fondos debidos a José, renunciaron a su ambición de poseer una casa en el campo. Así las cosas, disfrutaron mucho de la experiencia de la vida en una granja, pues tenían tres vacas, cuatro ovejas, un rebaño de gallinas, un burro y un perro, además de palomas.

    Jesús alquiló un terreno al norte de su casa, creando un huerto familiar donde cada hijo mayor tenía un huerto individual, fomentando un espíritu competitivo en los esfuerzos agrícolas. A pesar del deseo de Jesús de tener una granja en el campo, se enfrentaron a la realidad de la vida urbana. Trabajó para adaptarse, demostrando un enfoque práctico pero idealista a la vez que participaba activamente en los esfuerzos por satisfacer las aspiraciones de cada miembro de la familia dentro de las circunstancias existentes.

  • El legado del hogar

    El hogar de José y María representa los humildes comienzos de la vida de Jesús y nos recuerda la importancia de la humildad, el amor y el servicio a los demás. Nos enseña que la grandeza no se mide por la riqueza, el poder o el estatus, sino por nuestra voluntad de servir a los demás.

    El hogar de José y María también nos recuerda la importancia de la familia. Fue en este hogar donde Jesús se crió y donde aprendió los valores que le guiarían a lo largo de su vida. Era un lugar de amor, apoyo y cuidado, y proporcionó una base sólida para la familia y una apreciación duradera de ella como uno de los ideales de todo esfuerzo humano.

Lecturas sugeridas de este ensayo

Temas relacionados

Lugares relacionados

  • Nazaret

    La ciudad de la infancia de Jesús.

Colaboradores

Susan Lyon, Roland Siegfried, Mike Robinson, Gary Tonge

Referencias y fuentes

  • 122:6.1-3 Descripción del hogar de Nazaret.
  • 123:1.6 Descripción del taller.
  • 123:2.14 Influencia del hogar en el desarrollo temprano de Jesús.
2021-2025 El Centro para la UnidadTodos los derechos reservados1.6.0 PR
ComentariosVídeosDona
El Centro para la Unidad, logotipo y nombre, como imagen