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Discover Jesus \ Events \Jesús presenta el Padre Nuestro a los Apóstoles
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Jesús enfatizaba la oración como una expresión personal y espontánea del alma, no como una petición formal o una prosa memorizada. No obstante, proporcionó a los apóstoles un modelo de oración para enseñar a los nuevos creyentes, que también había enseñado a sus hermanos.
Antes de enseñar a sus Los Doce Apóstoles el "Padre Nuestro", Jesús lo introdujo a sus Los hermanos de Jesús durante sus quince años, formalizándolo finalmente debido a su lucha con la oración espontánea. En sus enseñanzas a los apóstoles, Jesús destacó que la oración debía ser una comunión personal y espontánea con Dios, haciendo hincapié en la persistencia en la oración para cambiar la actitud de uno mismo en lugar de la voluntad de Dios y criticando la habitual falta de fe en la oración. Proporcionó la oración como modelo para enseñar a los nuevos creyentes, que fue modificado después de Pentecostés y por copias posteriores.
Jesús también instruyó sobre la naturaleza de la oración eficaz, abogando por que fuera desinteresada, creyente, sincera, inteligente y confiada. Nunca enseñó una oración personal formal, sólo peticiones grupales, familiares o sociales. Sus propias oraciones, a menudo durante las noches en la montaña, eran principalmente para sus discípulos, reflejando una profunda comunión con el Padre más que peticiones para sí mismo.
Antes de ceder a enseñar una oración formal a sus apóstoles, la introdujo en su familia cuando tenía El decimoquinto año de Jesús. A pesar de sus esfuerzos por fomentar la oración personal entre sus hermanos tras La muerte de José, éstos se esforzaban por ir más allá de los formularios memorizados, por lo que Jesús les guiaba con frases sugerentes. Finalmente, reconociendo el reto que suponía fomentar la oración espontánea, Jesús formalizó estas enseñanzas en una petición familiar estándar una noche de octubre, escribiéndola en una tabla de cedro a la luz de una lámpara, dando así a su familia una oración que más tarde se conocería como el "Padre Nuestro."
En un discurso sobre Culto y oración, Jesús recalcó a sus apóstoles que la oración no debía ser una petición formal o memorizada. Por el contrario, debe ser una expresión personal y espontánea de la actitud del alma hacia el espíritu, que conduce a la comunión espiritual. Ilustró la importancia de la perseverancia en la oración, no para sugerir que la perseverancia cambia la voluntad de Dios, sino para subrayar que tal diligencia cambia la actitud terrenal y aumenta la capacidad del alma para la receptividad espiritual.
Jesús también señaló la frecuente falta de fe que observaba en las oraciones de los demás, afirmando que la verdadera fe podía superar obstáculos sustanciales en la búsqueda del crecimiento espiritual y la expansión del alma.
Tras escuchar el discurso de Jesús sobre la oración, los apóstoles aún no estaban satisfechos. Santiago Zebedeo pidió a Jesús que les diera un modelo de oración que pudieran enseñar a los nuevos creyentes, que con tanta frecuencia preguntaban cómo rezar aceptablemente al Padre celestial. Jesús dijo: "Si, pues, todavía deseáis tal oración, os presento la que enseñé a mis hermanos en Nazaret":
*Nuestro Padre que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad
Así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan para mañana;
Refresca nuestras almas con el agua de la vida.
Y perdónanos cada uno nuestras deudas
Como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Sálvanos en la tentación, líbranos del mal,
Y haznos cada vez más perfectos como tú.*
Después de Significado de Pentecostés, muchos creyentes añadieron: "En el nombre del Señor Jesucristo" Más tarde, dos líneas se perdieron al copiarlas, y se añadió una línea: "Tuyo es el reino y el poder y la gloria, por los siglos de los siglos" Nathaniel preguntó a Jesús por qué rezamos para que Dios no nos deje caer en la tentación cuando tú nos has enseñado que el Padre nunca hace tales cosas. Jesús le explicó que los primeros profetas hebreos veían la mano de Dios en todo, incluso en llevar a los hombres a la tentación por su propio bien. Alguien estuvo de acuerdo con esta enseñanza primitiva y es más que probable que modificara "Sálvanos de la tentación" por "No nos dejes caer en la tentación".
Jesús dio a los apóstoles la oración en forma colectiva, tal como la habían rezado en el Hogar de Jesús en Nazaret. Nunca enseñó una oración personal formal, sólo peticiones grupales, familiares o sociales. Y nunca se ofreció a hacerlo.
Enseñó a los doce a orar siempre en secreto, a retirarse solos en el entorno tranquilo de la naturaleza, o a entrar en sus habitaciones y cerrar las puertas mientras oraban. Jesús también enseñó que la oración eficaz es
Cuando Jesús pasaba noches enteras en el monte orando, lo hacía principalmente por sus discípulos, en particular por los doce. El Maestro rezaba muy poco por sí mismo, aunque se entregaba a un culto de comunión comprensiva con su Padre Paradisiaco.
Hijo de Dios, Hijo del Hombre. Hijo Creador del Universo.
Los seguidores elegidos de Jesús.
La oración tiene un elemento de interés propio y el culto no.
Su trabajo comienza después de un año de entrenar a sus apóstoles.
Lugar de un campamento de dos meses en el año 27 d.C.
Gregg Tomusko, Mike Robinson, Gary Tonge