Discover Jesus \ Events \Zaqueo, el publicano, encuentra la fe
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Cuando Jesús se invitó a sí mismo a la casa de Zaqueo, un rico recaudador de impuestos, Zaqueo se comprometió a dar a los pobres y a reparar el daño, lo que ilustra la misión de Jesús de salvar a los perdidos y su impacto transformador en los marginados de la sociedad.
Cuando Jesús entró en Jericó, Zaqueo, un rico recaudador de impuestos, se subió a un árbol para verle debido a su baja estatura. Sorprendentemente, Jesús se invitó a sí mismo a la casa de Zaqueo, escandalizando a la multitud que veía a Zaqueo como un pecador. En respuesta a las críticas, Zaqueo se comprometió públicamente a dar la mitad de sus riquezas a los pobres y a reparar el daño causado. Jesús declaró que la salvación había llegado a la casa de Zaqueo, haciendo hincapié en su misión de buscar y salvar a los perdidos.
Este encuentro ejemplifica la disposición de Jesús a relacionarse con los marginados de la sociedad y el poder transformador de su presencia, que provocó el cambio inmediato del corazón y las acciones de Zaqueo.
Cuando la procesión de Jesús entró en Jericó cerca de la puesta del sol, decidió quedarse a pasar la noche. Zaqueo, el rico jefe de los recaudadores de impuestos, estaba ansioso por ver a Jesús, pero no podía debido a la multitud y a su baja estatura. Decidido, se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro que sobresalía del camino. Al pasar Jesús, levantó la vista y le dijo:
"Sorprendido y contento, Zaqueo bajó rápidamente y recibió a Jesús.
Los habitantes de Jericó se asombraron de que Jesús se alojara en casa de un "pecador" y, ante la casa de Zaqueo, un Fariseos criticó la elección de Jesús. En respuesta, Zaqueo declaró:
"¡Hombres de Jericó, escuchadme! Yo soy publicano y pecador, pero el gran Maestro ha venido a hospedarse en mi casa; y antes de que entre, os digo que voy a dar la mitad de todos mis bienes a los pobres, y a partir de mañana, si he cobrado algo indebidamente a alguien, se lo devolveré cuadruplicado. Voy a buscar la salvación de todo corazón y a aprender a hacer justicia ante Dios".
Jesús proclamó entonces: "Hoy ha llegado la salvación a este hogar, y te has convertido de verdad en hijo de Abraham".
Dirigiéndose a la multitud, añadió: "Y no os maravilléis de lo que digo ni os escandalicéis de lo que hacemos, porque desde el principio he declarado que el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido."
Aquella noche se quedaron con Zaqueo y al día siguiente partieron hacia Betania, camino de la Pascua en Jerusalén.