El vigésimo segundo año de Jesús - Nuevo trabajo en Séforis 

En el año 16 de nuestra era, cuando Jesús cumplió veintidós años, se mantuvo ocupado como padre-hermano de su familia de Los hermanos de Jesús, cuyas edades oscilaban entre los siete y los dieciocho años. La mayoría estaban entrando en la adolescencia y se enfrentaban a muchos ajustes de crecimiento intelectual y emocional. Y este periodo se prolongó durante varios años.

En lugar de ser carpintero como sus hermanos mayores, Simón empezó a trabajar como cantero con Jacob, el viejo amigo de Jesús. La familia decidió que era mejor que los chicos tuvieran profesiones diferentes, para que siempre hubiera trabajo suficiente para todos. Jesús continuó con su trabajo de carpintero, pero pasaba mucho tiempo en el taller de reparación de caravanas, alternando turnos con Jacobo.

Más adelante, cuando el trabajo de carpintería estaba flojo, Jesús dejó a Santiago a cargo del taller y a José a cargo del banco de la casa. Durante este período, que duró unos seis meses, Jesús fue a Séforis a trabajar con un herrero donde aprendió a trabajar el metal y se hizo diestro con el yunque.

Pero antes de irse de Nazaret a Séforis, Jesús convocó una reunión familiar en la que nombró formalmente a Santiago, que ahora tenía dieciocho años, cabeza de familia. Jesús prometió todo su apoyo a Santiago e hizo prometer a todos los demás hermanos que obedecerían a Santiago como habían obedecido a Jesús. A partir de ese día, Santiago asumió la responsabilidad de las finanzas de la familia y Jesús le pagaba semanalmente.

Séforis estaba cerca de Nazaret y Jesús podría haber ido andando a casa todas las noches después del trabajo, pero no lo hizo. Se mantuvo alejado porque su verdadero propósito al aceptar el trabajo en Séforis era destetar a su familia de su presencia constante y entrenar a Santiago y José para que asumieran nuevas responsabilidades en el cuidado de la familia. Pero volvía todas las semanas para el sábado y, si era necesario, regresaba a casa en otras ocasiones para dar consejos u observar cómo funcionaba el nuevo arreglo.

Jesús aprovechó su estancia en Séforis para aprender metalistería, pero vivir allí también le dio la oportunidad de estudiar de cerca la vida de los gentiles y su punto de vista sobre la vida. Todos los días trabajaba y convivía con gentiles, lo que le proporcionaba un punto de vista único desde el que observar y comprender sus hábitos de vida y pensamiento.

Después de seis meses de trabajo en Séforis, Jesús estaba listo para regresar a Nazaret. Esta era una ciudad bajo el gobierno de Herodes Antipas, y tenía un nivel moral bajo - incluso más bajo que la ciudad caravana de Nazaret. Además, el grupo con el que trabajaba se estaba preparando para iniciar un proyecto público en Séforis y en la nueva ciudad de Tiberíades, y Jesús no quería que se le asociara con ningún tipo de trabajo que estuviera bajo la supervisión de Herodes Antipas. Por estas y otras razones, Jesús decidió volver a casa. Pero cuando regresó, permitió que la organización de las responsabilidades familiares quedara en manos de Santiago y José, que entonces supervisaban tanto el hogar como la administración financiera del presupuesto familiar.

Este es un ejemplo de la sabia crianza de Jesús. Fue reflexivo y deliberado a la hora de preparar a su familia para su eventual retirada de los asuntos familiares.