Amos Hermano de Jesús

La noche del domingo 9 de enero del año 7 de la era cristiana nació Amós, el hermanito de Jesús. Jesús se llevó muy bien con Amós durante toda su corta vida.

El sábado 3 de diciembre de 12 EC, por la tarde, el pequeño Amós murió después de una semana de enfermedad con fiebre alta. Le faltaba un mes para cumplir seis años.

El optimismo de Jesús ayudó a María y a su familia a tener esperanza en días mejores. Fue durante este periodo cuando María reconoció plenamente a Jesús como el verdadero líder de la familia, y demostró ser un líder digno.

Durante los cuatro años anteriores, el nivel de vida de la familia había ido disminuyendo gradualmente, sintiendo el peso de una pobreza cada vez mayor. A finales de ese año, se enfrentaron a una de sus experiencias más difíciles. Santiago, el hijo mayor, aún no había empezado a ganar mucho, y los gastos de un funeral, además de todo lo demás, les abrumaban. Sin embargo, Jesús, con su inquebrantable optimismo, tranquilizó a su preocupada y afligida madre. Le dijo: "Madre María, la tristeza no nos ayudará; todos hacemos lo que podemos, y la sonrisa de mamá, tal vez, incluso nos inspire a hacerlo mejor. Día a día nos fortalece para estas tareas nuestra esperanza de que vendrán días mejores."

A pesar de sus difíciles circunstancias, los niños vivían en un ambiente de esperanza gracias al coraje y optimismo contagiosos de Jesús. Esta mentalidad positiva contribuyó en gran medida al desarrollo de sus caracteres fuertes y nobles.